02 octubre 2006

Les presento mi pedacito de cielo,
es mi hija putativa,
la hija de mi corazón,
la bendición más grande que me pudo dar Ab-bà,
la demostración más grande de su amor infinito hacia mi,
la respuesta a mis súplicas,
el bálsamo a mi dolor,
la solución a mis problemas,
la sonrisa que había perdido,
la esperanza que había abandonado,
la fe en mi y en una mañana que había destruido;
ella llegó a mi vida en el momento preciso para tomar mi mano y enseñarme a caminar otra vez, y con paciencia y amor,
mucho amor me enseñó a vivir y me rescató de mi misma,
y hoy,
todo lo que soy y todo el trabajo que hago para ser mejor,
es por ella y para ella,
es por quién me levanto cada mañana,
es por quién miro al cielo y alzo una plegaria de gracia,
y de perdón,
ella me enseñó que se puede olvidar,
que las heridas del pasado pueden sanar,
que es necesario pedir perdón por todo el daño causado,
que es importante empezar cuando se ha caído.
Y en días como hoy,
cuando olvido todo lo que me ha dado,
por dejarme llevar por cuervos negros que anidan en mi cabeza,
que me llenan de pesimismo y de malas vibras,
veo su foto,
escucho su voz y me digo,
"si, se puede, tú puedas, ella confía en ti,
solo falta que tú lo hagas",
y me levanto y camino con dificultad,
pero lo hago,
avanzo porque aunque la meta se ve lejana,
pasito a pasito está más cerca y ella está ahí,
esperando por mi.
Ay! Noemicita no me canso de dar gracias al cielo y a la vida por ponerte en mi camino,
te amo 80.000 gatos. (tú entiendes).

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