Pero como la vida no da tregua y nos da de lo bueno y malo un poco en partes iguales; mi amiga Erika; estaba con toda la pena de su corazón y su desazón por causa de su hermano que sin más ni más decidió que hoy era el momento y el día de acabar con su vida.
Y yo aquí con sentimientos cruzados y mezclados, sintiendome a veces egoísta por sentirme muy feliz por la alegría de la Pao, y tonta por sentir mucha tristeza por la pena de la Erika y ahí estoy, sintiéndome más idiota por sentir ambas cosas; porque la verdad es que siento un poco de ambas y no me queda más que pedir al cielo que cubra con su manto protector a mi amiga Erika y a su familia ya que en estos momentos necesitan más que nunca fe, amor, cariño, abrigo de Abba; porque la alegría de una meta cumplida abarca todas las sensaciones lindas y de amor que la Pao pueda necesitar hoy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario