Lo escencial es invisible a los ojos

Como dice la canción de Arjona que me encanta "Hoy es un buen día para empezar"....., hoy es un buen día para empezar mi nueva vida, en realidad decisión tomada hace ya una semana, pero como se acerca el momento de mi primer encuentro conmigo misma, aquella de la que me he escondido por tantos años, es que he decidido empezar por esto, nunca fui muy afín a los diarios de vida y esas cosas, porque simplemente me aburría o me olvidaba donde lo escondía para que mis hermanas no leyeran mis secretos, pero hoy es distinto, ya no tengo 15 años y el paso de los años y las experiencias vividas me han enseñado que escribir resulta en mi una muy buena terapia para permitir que la herida se oxigene y poco a poco sane, sin embargo la herida que pretendo oxigenar a partir de ahora es una gran herida de guerra que trae a su haber muchas pesadillas que no quisiera recordar despierta y la verdad es que necesitaré de ríos y ríos de escritura para poder sanar y olvidar y finalmente perdonar, perdonar a quien haya que perdonar que pueden ser muchos o simplemente uno, yo misma.
Si me preguntan porque ahora, porque esperé tantos años no sabría decir el porque, simplemente es ahora el cuando, es ahora cuando comprendí lo necesario que resultaba, ¿por qué no antes?, simple, antes la fiebre del dolor no me dejaba ver más allá de mi nariz, no era capaz de ver un mañana, hoy sí, y lo más probable es que se pregunten ¿por quién?, ¿para quién?, y yo respondo, por mi, por mi y para mi, y para los que escribirán junto a mi la historia de mi vida, porque es una deuda que tengo conmigo misma y con todos aquellos que a pesar de mis errores y de no entenderme me han amado y me han aceptado, por mi, por ellos, por mi pedacito de cielo que llegó a mi vida en el momento preciso para tomar mi mano y enseñarme a caminar de nuevo, para que el día de mañana sienta orgullo por mi.
No será fácil, nunca ha sido fácil enfrentar la verdad, y yo …….. no sé cuál es mi verdad, pero sé que tengo todas las ganas de buscarla para luego enfrentarla, no será fácil porque los miedos no me dejarán avanzar y por momentos sentiré que esta empresa está perdida, pero se que puedo, se que lo lograré porque tengo la seguridad de que Ab-bà en ningún momento soltará mi mano.